YADU GOPALA DAS (Kerala-India-2015)
Código de Cultura
del Bhakti
Revisión y Corrección por: YADU GOPALA DAS
Los
Vaidha Bhaktas siempre deben tratar de llevar su corazón a los pies de
loto de Krishna mientras pasan su vida situados en el VarnasramaDharma.
A esto se le llama Bhakti-yoga.
El
cultivo de la conciencia de Dios es el deber esencial de un vaidhabhakta.
Y es de cinco clases, es decir:
1. el cultivo relacionado al
cuerpo,
2. el relacionado a la
mente,
3. el relacionado al alma,
4. el relacionado a la
naturaleza, y
5. el relacionado a la sociedad.
Explicaremos gradualmente estas cinco clases de cultivo.
Comenzaremos con el relativo al cuerpo, el
cual es de siete clases. Todos los sentidos externos se incluyen en éste.
1. el cultivo relativo a
escuchar,
2. el relacionado al cantar,
3. el relacionado al olfato,
4. el que tiene que ver con
la visión,
5. el circunscrito a tocar,
6. el relativo al sabor,
7. y el relacionado a los
miembros del cuerpo.
El
cultivo de escuchar es de tres formas, es decir, el escuchar los shastras,
oír canciones de Dios y el prestar oídos a Su Nombre y a las lecturas
devocionales. Bajo la categoría de escuchar a los shastras se
encuentran: el escuchar las disertaciones acerca de las verdades divinas,
escuchar el sagrado Srimad Bhagavatam que describe los Lilas Divinos,
prestar atención a los relatos de la vida de los devotos y de las historias
acerca de las familias Vaishnavas. Será un acto de nobleza el escuchar
de los libros que contienen las verdades o conclusiones espirituales a las que
han llegado los grandes devotos, refutar las decisiones que son incorrectas y
contrarias a las ideas Vaishnavas, y explicar los significados profundos
de las aseveraciones Védicas. El significado de todos los shastras es la
devoción. El inicio de los shastras, su conclusión, su práctica, su
resultado poco común, la importancia de la palabra y la resolución, son los
seis síntomas de haberse entendido el significado profundo de los shastras.
La devoción a Hari, es el verdadero propósito de todos los shastras
Védicos, que son indicativos de estos signos.
Ustedes
deben escuchar únicamente aquellas canciones instrumentales que no son
meramente sensuales pero que contribuyen a la promoción de la devoción al
describir los dulces Lilas Divinos. Deben dejar las canciones a una
distancia considerable que sólo complacen a los oídos e incrementan la afición
al placer mundano y la pasión terrenal. Durante la ocasión de servir a la
Deidad, ustedes deben escuchar música devocional, plegarias, etc.
El
cultivo del kîrtan es el mejor. Y es de cinco clases, es decir: cantar
los shastras como ya se mencionó antes, cantar el Nombre y el Lila
Divinos, cantar himnos, cantar en las representaciones y en las plegarias. El
cantar del Nombre y del Lila puede ejecutarse con lecturas, discursos,
explicaciones y música. La representación es de tres clases, es decir,
plegaria, expresión de humildad y aspiración. El proferir mantras es Japa.
Debemos
cultivar la conciencia de Dios al oler las flores, las hojas de Tulasi,
el sándalo, el incienso, las guirnaldas, el alcanfor, etc., que se ofrecen a
Dios. El oler esencias que no han sido ofrecidas a Dios, únicamente satisfacen
nuestros sentidos triviales. Debemos cultivar la conciencia de Dios a través
del sentido de la vista al ver Su Deidad, contemplar Su mirada misericordiosa,
ver a Sus devotos, Sus lugares sagrados, Su templo, las obras dramáticas acerca
de Él, etc., y al apreciar ilustraciones que nos recuerden acerca de Su verdad
eterna. Al contemplar la belleza externa, la facultad de la vista arroja a las jivas
que se encuentran condicionadas en el profundo pozo de la pasión mundana. Esto
debe ser abandonado. Cualquier cosa que veamos en el mundo debe ser relacionada
con lo Divino.
El
acto de tocar es ejecutado por el sentido de la piel. Es un deber requerido
para los Vaidha Bhaktas refrenarse del contacto de los ateos y las cosas
externas, mas deben gozar de la beatitud al tocar la Imagen de Dios durante el
servicio. Ellos derivan una alegría indescriptible al tocar a los devotos de
Dios y abrazarlos. El sentido del tacto es muy fuerte. Por éste, las jivas
cometen numerosos pecados al tocar a hombres y mujeres pecaminosos. Los devotos
deben proponerse mentalmente de tal manera que no toquen nada, sin importar lo
que sea, con excepción de los devotos. El tener contacto con el cuerpo de uno
no es llamado ‘tocar’, pero si al tocarle surge el placer sensual, se le llama
‘tocar’. No sólo es el tocar, pero esta decisión debe tenerse en mente en todos
los casos de los órganos de los sentidos.
El
cultivo del sabor es de dos clases: saborear Prasada o alimento ofrecido
a Dios y también el agua nectarina ofrecida a Sus Pies de Loto. Los devotos no
deben saborear ninguna otra cosa excepto Su Prasada. Si guiamos la
facultad de nuestro sabor a las cosas externas, nuestra propensión externa
gradualmente se incrementará. El Prasada de Dios y el de los devotos
debe ser saboreado; estos son conducentes a la nutrición de la facultad de la
devoción.
El
cultivo del cuerpo es de doce clases: danzar extáticamente, postrarse en el
suelo, levantarse, ir detrás, ir al lugar destinado, circunvolucionar, servir
al Guru y a los Vaishnavas, servir a la Deidad, adorar, bañarse
en agua sagrada acompañado de sentimientos divinos, portar en el cuerpo las
marcas de los Vaishnavas y las letras del Hari Nâma.
Debemos dar reverencias tirándonos postrados en el piso. Se le llama Abhyuthân
al levantarse y mostrar honor cuando se ve a la Imagen de Dios así como ante la
presencia de los devotos. El ir detrás de la Imagen o de los devotos se le
llama Anuvrajyâ. Al templo sagrado, el peregrinaje sagrado y a la morada
de los Vaishnavas se les llama lugar de Adhistana o residencia.
Debemos ir ahí. También tendremos que alabar y adorar a Dios con diferentes
materiales, bañarnos en las aguas sagradas del río Ganges y del Yamuna,
portar las marcas de los Vaishnavas al aceptar el tilak y la mâla
otorgada por nuestro preceptor y pintar las letras del HariNâma en
nuestro cuerpo con pasta de sándalo.
El
cultivo de la conciencia de Dios de esta forma, con nuestro cuerpo, ha sido
prescrito como un deber requerido para los VaidhaBhaktas. Las jivas
condicionadas se encuentran apegadas a su cuerpo. Por ello, en lo relativo a
nuestro cuerpo, debemos llevar a cabo aquellos trabajos que no sean un
impedimento al cultivo de la conciencia de Dios; sin embargo, ejecutaremos
todos los trabajos requeridos para mantener nuestro cuerpo, pero éstos deberán
estar mezclados con sentimientos divinos, para que tal cultivo sea nutrido.
Este es su significado. Ahora discutiremos acerca del cultivo mental.
Dentro
de todas las discusiones corporales existe la actividad de la mente. Pero la
mente tiene algunos trabajos especiales, los cuales existen aun cuando no sean
expresados por el cuerpo. Tales trabajos son mentales y han sido tomados como
diferentes de los físicos. La memoria, el pensamiento, la suavidad del corazón,
el sentimiento, la indagación y la acumulación de conocimiento, son tomados
como actos puramente mentales, y el cultivo de la mente ha sido dividido en
cinco clases: (1) la memoria, (2) la meditación, (3) la lealtad, (4) la
servidumbre, y (5) la indagación. La memoria es de dos clases: la memoria del
Nombre y la memoria del mantra. El proferir el HariNâma al
llevar la cantidad con cuentas de Tulasi en un rosario es llamado la
memoria del Nâma. El mantra que recordamos al llevar la cuenta
con las articulaciones de los dedos como si fueran rosario es llamada la
memoria del Mantra. La diferencia entre la memoria y la meditación es la
siguiente: dentro de la memoria, el Nâma, el Mantra, la Forma, los
Atributos y el Lila aparecen en la mente hasta un punto más bien
reducido. En la meditación la Belleza y la Forma, las virtudes y el Lila
son pensados de una forma más desarrollada. Si la meditación se mantiene
durante un tiempo largo, se le denomina como arrobamiento atento (dhârana).
Si la meditación es profunda, se le llama concentración o contemplación
profunda (nididhyâsa). Por eso la meditación ha tomado en su regazo a la
atención arrobada y a la concentración. La lealtad también es un facultad mental.
El sacrificar a toda la religión y a la irreligión para buscar la protección de
Dios es un acto especial de devoción. Los devotos Vaidha no han ido tan
lejos, pero su firme convicción de que Dios es el único protector, es su
lealtad. Ellos no dependen del karma y del jñana. La servidumbre
por Dios es un sentimiento mental. Los devotos Vaidha no pueden saborear
la dulzura que incluye a la servidumbre. La indagación es el trabajo principal
de los devotos. Cuando la indagación acerca de las verdades respecto a Dios
surgen en la mente, primero se debe tomar refugio en un Guru
(preceptor), luego en la iniciación y al final se aprende la modalidad del bhajan.
¿Cómo es posible para las jivas condicionadas alcanzar el bien excepto a
través de la indagación acerca de la verdad divina? Los Bhakti Shastras
le han llamado al deseo de indagar, dentro de los misterios de la religión
fidedigna, como un acto especial de devoción.
El
cultivo del alma es de seis clases:
1. amistad,
2. dedicación del ser,
3. toda clase de esfuerzos
para Dios,
4. aceptar las cosas
mundanas únicamente lo que sea necesario,
5. sacrificar el disfrute
por Dios, y (6) seguir el sendero de los hombres santos.
Respecto
al alma de los Vaidha bhaktas, debe saberse que ésta no se encuentra
libre de la materia sino que se encuentra condicionada por ésta. Su alma pura
se encuentra condicionada. Aun cuando el alma pura se encuentra desprovista de
vanidad material, el alma de los Vaidha Bhaktas con el tiempo va a ser
libre de la materia y si bien la relación material se ha aflojado, aun la
vanidad material no ha sido removida. Durante la práctica del Vaidha Bhakti
ellos consideran alguna clase de sentimiento especial de parte del alma y esto
es el cultivo de la conciencia de Dios de acuerdo a ellos mismos. Al comienzo,
Dios es considerado como el amigo favorito. Pero esta amistad es algo diferente
de la amistad surgida del Rasa. Esta amistad es la semilla del Rasa.
El alma dedica la totalidad de su ser a los Pies de Loto de Dios. Al considerar
que ha dedicado todo lo que posee no le importa su propia protección. Cualquier
esfuerzo que hace relativo al cuerpo y a la mente es dirigido al propósito de
Dios, al saber que su esposa, hijos, casa, animales, riqueza, propiedad, cuerpo
y mente son materiales al servicio de Dios. Lo que tiene pertenece a Dios y
acepta lo absolutamente necesario como un favor para crear las facilidades de
servicio a Dios. Entonces aparece en su mente que aparte de esto no se necesita
nada más. El alma sacrifica su propio disfrute por la causa de Dios e indaga
acerca del sendero sagrado trazado por los devotos previos, y lo sigue en la
medida de su capacidad.
El
Vaidha Bhakta no está satisfecho con el cultivo de la conciencia de Dios,
utilizando únicamente su cuerpo, su mente y alma, debido a que él se da cuenta
que el mundo material a su alrededor es una cubierta, reflexiona que su cuerpo,
junto con su mente y alma son sólo una pequeña partícula de este mundo. Y desea
que todo el mundo sea una fuente de cultivo de la conciencia acerca de su Amo.
Que el tiempo infinito, el espacio y la variedad de cosas que ve alrededor de
él sirvan como materiales para la adoración de su Amo. Que su amo dance siempre
ante sus ojos y que todas las cosas sean empeñadas para Su adoración. De esta
manera, con el corazón humedecido él comienza el cultivo de la conciencia de
Dios, tomando en cuenta al tiempo, al espacio y a todas las cosas terrenales.
El cultivo relativo a la naturaleza es de tres clases: (1) el cultivo del
cuerpo, (2) el cultivo de acuerdo al tiempo, y (3) el cultivo respecto a las
cosas.
El
peregrinaje a los lugares sagrados de los Vaishnavas en donde las
Deidades están instaladas e ir a ver las casas y asentamientos de los Vaishnavas
son cultivo de la conciencia de Dios respecto a los lugares. Dwarka,
Purushottama, Kanchi, el círculo de Mathura y Srî Navadwip,
etc., son lugares sagrados de los devotos Vaishnavas. Tras escuchar con
fe los Lilas divinos que se llevaron a cabo en esos lugares, uno debe
viajar a tales lugares y residir en uno de ellos. Uno debe bañarse con
reverencia en el agua sagrada del Ganges que emana de los nectáreos Pies
de Dios, o en el río Yamuna que se encuentra en constante servicio a
Dios. También se debe asistir a aquellos lugares en donde el Srî Murti
de Dios es adorado. Los Vaishnavas siempre deben refugiarse en las
casas, las aldeas y lugares de las personas con mayor espiritualidad. Uno debe
ver con el más grande cuidado y reverencia los lugares de nacimiento y
residencias de los asociados más íntimos de Sriman Mahaprabhu. Si
ustedes van a estos lugares, pueden siempre escuchar los temas relacionados con
Dios y también los de Sus asociados, y con ello desarrollar su atracción por SrîKrishna.
Asimismo es necesario el cultivo de la conciencia de Dios respecto al tiempo.
Es un deber imprescindible para las Jivas el observar el ayuno de Srî
Harivâsara. Se recomienda que en el décimo primer día de la quincena lunar,
tras abandonar la comida y el dormir, uno debe meditar en Dios después de
desempeñar diferentes trabajos mundanos dentro de esas dos semanas. El observar
el Niyama seva que es servir a Dios de acuerdo a las reglas en el mes de
Kartika es similarmente un deber esencial. De igual forma es fundamental
bueno honrar los festivales del HariLila. Es un deber requerido
honrar los días o Tithis en los cuales se conmemoran los sucesos
importantes que acontecieron en las vidas de las personas santas más
destacadas. El cultivo de la conciencia de Dios a través de las cosas es de
varias clases. El enumerarlas es tan difícil como contar el número de las
cosas. Si algunas de ellas son mencionadas, todo será claro. El árbol es una
cosa, así que con los árboles sagrados o plantas como el árbol de Pipul,
las plantas de Tulasi, etc., el cultivo de la conciencia de Dios se
lleva a cabo con su adoración. La Imagen es una cosa, por ello es un deber
servir al SrîMurti, la cual es reflejada como una Encarnación del Swarup
de Dios en el corazón puro de los devotos. La colina de Govardhana entre las
montañas, el Ganges y el Yamuna entre los ríos, y entre los animales, la vaca,
los becerros, etc., son recursos para el cultivo de la conciencia de Dios.
Existe una regla para ofrecer cosas como el sándalo, esencias, vestidos,
utensilios, camas, etc., para que se acueste y se siente Dios. El ofrecerle a
Dios lo que es querido por nosotros es el mejor acto de servicio de acuerdo a
las reglas formales. El Srî Murti es de ocho clases, es decir, de
piedra, de madera, de hierro, de barro, en pintura, escrito, mental y de joyas.
Al
ver que el cultivo de la conciencia de Dios va por buen camino, con la ayuda de
su cuerpo, mente y alma, y también usando el lugar, el tiempo y las cosas
utilizables, la mente del Vaidha Bhakta se llena de alegría. Pero su
mente esta intranquila al pensar que algo más falta. Él obtiene completa
felicidad si el cultivo divino puede hacerse en la compañía de otros hombres
con los cuales se encuentra socialmente relacionado. Pensando de esta manera el
elabora reglas para el cultivo social, el cual es de cuatro clases:
1. organizar festivales con
sus propios hombres;
2. para la prosperidad del
mundo Vaishnava;
3. establecer una familia Vaishnava;
y
4. preocuparse por otorgar
el Vaishnava Dharma a todas las almas.
Se
deben organizar grandes festivales al ejecutar actividades gozosas como el
vivir en compañía de aquéllos que están dedicados a Dios, tomar Prasada
(comida sagrada ofrecida a Dios), cantar el Hari Nâma y decir
palabras acerca de Hari. Se deben saborear los significados de los Rasa
Shastras como el Srimad Bhagavatam, etc., con aquellos que son inteligentes
acerca del MadhuryaRasa. Respecto a la buena compañía, ustedes deben
comprender bien dos cosas para que no surja ninguna ofensa contra los Vaishnavas.
Sriman Mahaprabhu nos ha instruido que tengamos un cuidado especial
acerca de esto. Ustedes deben abandonar a aquéllos que son engañadores y
tendrán que comportarse de dos formas con las personas de mente sencilla, es
decir con honor y servicio. Si llegan a tener contacto con verdaderos Vaishnavas
tienen que mantener su compañía en forma íntima y servirles correctamente.
Deben honrar a todos los Vaishnavas ordinarios. Desde luego que el honor
y el respeto se demuestra como servicio externo. Los ‘así llamados’ Vaishnavas
se dividen en tres grupos.
1.-
Aquéllos que aceptan las decisiones Vaishnavas como las mejores, pero
que no son personalmente Vaishnavas.
2.-
Aquéllos que portan las marcas y los modos de los Vaishnavas pero que no
son verdaderos Vaishnavas. Sin embargo honran a los Vaishnavas.
3.-
Aquéllos que han nacido dentro de la familia de los preceptores Vaishnavas,
que portan marcas de los Vaishnavas, y tienen vanidad por esto pero que
no son verdaderos Vaishnavas. En la medida en que la devoción a Krishna
de un hombre se haya vuelto clara y profunda, y en la medida en que pueda
inspirar a otros e infundirles poder, en esa medida él será un verdadero Vaishnava.
Si una devoción clara por Krishna surge en la mente con una cantidad
pequeña, él adquiere la verdadera condición de Vaishnava. El mantener la
compañía de los Vaishnavas y ofrecerles honor a los ‘así llamados’ Vaishnavas,
etc., ya se ha decidido con anterioridad. El honrar a los que no son Vaishnavas
como si lo fueran y mantener su compañía es un obstáculo en la devoción. Por
ello ustedes deben evitar a las siguientes personas de entre las que portan las
marcas Vaishnavas, y aquéllos que tienen vanidad por considerarse Vaishnavas.
Es un mandato indirecto de los shastras el honrar a todos los seres,
siguiendo esta regla ustedes deben complacerlos. Mas no los tomen en la
categoría de Bhaktas. Incluso si los Vaishnavas que por el
momento presente llevan una vida mundana se vuelven devotos puros, entonces
ellos pueden ser el objeto de la compañía pura Vaishnava.
Los
Vaishnavas hipócritas son
1. aquéllos que astutamente
portan las marcas de los Vaishnavas;
2. quienes hacen una
imitación engañosa al decir que son fieles a los preceptores Vaishnavas
con el objeto de obtener un lugar entre los Vaishnavas; y
3. los reconocidos por su
codicia al dinero o a la reputación, o por alguna clase de disfrute.
No
sostengan una plática dulce con ellos, excepto con quienes pertenezcan a su
propio credo y que les sean agradables o que sean de su propia compañía.
Respecto al incremento del mundo Vaishnava no mantenga la compañía de
nadie excepto con los bhaktas. Al convertir a la esposa de uno al Vaishnavismo
habrá que instruirla lo más posible acerca del fruto del mismo. Debido a una
gran fortuna, se podrá encontrar una esposa Vaishnava. Si mejoramos el
mundo Vaishnava con la ayuda de una esposa Vaishnava, no podrá
haber ninguna discusión acerca de las propensiones externas. Ustedes deberán
ver a cualquier niño que nazca, como sirviente de Dios. Y se deleitarán con el
incremento del número de sirvientes de Dios. Sólo existe una distinción de
apego entre la familia mundana y la familia Vaishnava, pero no existe
ninguna en apariencia respecto a su naturaleza. Las personas orientadas
mentalmente hacia el exterior, se casan, ganan dinero, llevan una vida
doméstica, construyen casas, llevan a cabo todos los trabajos en nombre de la
justicia y engendran niños. Pero su apego es tal que por hacer estos trabajos
ellos promoverán la felicidad del mundo y al mismo tiempo disfrutarán del placer
por vivir en el mundo. Por otro lado, los Vaishnavas al ejecutar éstos,
tienen aversión al goce de los frutos de estos trabajos, pues ellos los hacen
como sirvientes de Dios. Así que a la larga, los Vaishnavas pueden
disfrutar de paz. Pero las personas orientadas externamente no pueden obtener
paz debido a que son guiadas por la codicia y la ira que surge de su elevada
ambición o deseo de disfrute, o por alcanzar el mukti (salvación). Los VaidhaBhaktas
establecen una familia Vaishnava y la mejoran con la idea de que ellos
pueden emprender pláticas acerca de la devoción. La bondad para con todos los
seres, es un ornamento de los Vaishnavas. Ellos planean varias formas
para convertir a todas las jivas al Vaishnavismo con gran cuidado
y ansiedad. La facultad de una relación recíproca con las jivas es de
cuatro clases: de amor, de amistad, de bondad y de indiferencia, de acuerdo a
la situación. El Amor es ofrecido a Dios. La amistad es dirigida a los devotos
de Dios y la bondad para los subordinados o personas de fuera. Las personas
divinas muestran una bondad infinita a aquéllos que se han vuelto adecuados
para recorrer el sendero de la devoción, al obtener compañía sagrada debida a
su fortuna. Ellos les dan conocimiento espiritual y les liberan al infundirles poder
espiritual en sus mentes. Existen ciertos hombres desafortunados que no aceptan
el desarrollo personal al presentar argumentos triviales y parciales. Es
necesario mostrarles indiferencia."
¡Todas las Glorias a Sri Prana Krishna Das Babaji Maharaja!
YADU GOPALA DAS
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