"Un Perfecto Renunciante Es Aquel Que No Apetece Ni Rechaza La Acción, Aquel Que Renuncia Al Agrado y Al Desagrado. Liberado De Los Pares De Opuestos, Sereno y Feliz, Puede Hacer Todo Cuanto El Servicio Le Depare; Y, Sin Embargo, Puede Igualmente Abstenerse De La Acción, Por No Tenerle Apego."
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